Miguel de Molina al desnudo en el Teatro Chapí
El conocido presentador Jorge Javier Vázquez ha producido su primer espectáculo, Miguel de Molina al desnudo, que muy bien podría definirse como un diálogo abierto con el público y en el que se desgrana con singular emoción la vida de Miguel de Molina, un artista que fue en su día icono de la copla en nuestro país y que ahora defiende sobre las tablas Ángel Ruiz, actor y autor del texto de la función. La cita es el sábado 28 de febrero a las 2000 h. Las entradas cuestan de 14 a 16 euros, con descuentos para menores de 30 y mayores de 65 años.
La peripecia vital y artística de Miguel de Molina es la que relata, recrea y canta Ángel Ruiz en escena. Este papel le ha valido la nominación como mejor actor protagonista de teatro para los Premios Unión de Actores. Ángel Ruiz es un artista indispensable en nuestra cartelera, tanto en el género teatral como en el musical. Con Miguel de Molina al desnudo se sumerge en la vida de un artista que, pese a ser un gran maestro y revolucionario del género musical por excelencia de nuestro país la copla, fue denostado por su condición homosexual y sus simpatías a la República, lo que prácticamente le obligó a exiliarse a Argentina tras la Guerra Civil. No poder volver a la tierra que lo vio nacer fue una espina que quedó clavada para siempre en el corazón y en el ánimo del artista malagueño.
Sobre el escenario, el personaje se enfrenta a su pasado en compañía de un pianista César Belda, pero lo hace desde el presente, trazando una línea invisible entre su mundo y el nuestro. Una historia conmovedora, jalonada de canciones tan conocidas como Ojos verdes, La bien pagá, Compuesta y sin novio, Agüita del querer, Te lo juro yo y que nos descubre aspectos desconocidos de uno de los mayores artistas de nuestro país.
Miguel de Molina al desnudo es el retrato de un personaje lleno de amargura, de contradicciones y de conflictos, pero también de un artista sin límite, moderno en su época y enormemente provocador. Bajo la dirección de Juan Carlos Rubio, se pone en escena un espectáculo al que no le faltan buenas dosis de humor, imprescindibles para afrontar un retrato de luces y sombras que reivindica una figura lamentablemente caída en el olvido.